Dios he aprendido a orar por mis semejantes, por mi familia, por mis amigos.
No permitas nunca, que deje de rezar todos los días.
Al levantarme y girar mi mirada hacia el cielo, siento tu presencia, cosas que antes no sentía
Gracias Dios he aprendido a vivir de nuevo, no he perdido los temores, pero se que con tu energía y luz divina aprenderé a vivir sin temor
Dios que grande es sentir tu llamado, nunca pensé la riqueza que era saber orar y pedir bendiciones todos los días
Siento mi hogar, mi oficina llena de virtudes que antes no tenía
Pero lo más importante Dios, es que he logrado llevar esta paz a mi familia, a mis hermanos, e iré por todo el mundo, pregonando tu palabra, solicitando tu bendición
Gracias es lo que puedo decir Dios, me has dado brillantes momentos de comunicación contigo. Y he logrado poco a poco poder levantar mi mejilla, sentir rodar mis lagrimas al hablar contigo, es una gloria, cada lagrima que puedo derramar
significa que me estas oyendo, que me escucha y tratare de no defraudarte Dios.
Dios eres lo máximo, que grandeza tienes por tus hijos y a veces no sabemos aprovechar tu sabiduría, Dios hazme todos los días digna de mi persona, que podamos corregir nuestros errores, que quitemos el odio de nuestros corazones, y que podamos brindar amor a quienes lo necesite, que cuando oremos nos lleguen la paz y que todos podamos transmitir tu palabra.
Tu presencia nos dignifican y nos hace grande merecedores de tu bendición.
Gracias Dios.
jueves, 16 de abril de 2009
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