Camina de la mano de tu alumno.
Indúcelo por la senda del saber,
apórtale elementos y enséñale a aprender.
En tu misión inspirate en la naturaleza,
quien lleva su proceso sin aceleración.
Contigo el estudiante se iniciará en la ciencia y
ten presente que lo marcas con tus actos y con tu trato.
Él te contagiará de su alegría,
volverás a vivir los ratos de tu infancia,
soñarás y vibrarás como un adolescente.
Él no te permitirá sentir amargura,
aunque tu piel se aje y te salgan canas
jamás de los jamases podrás envejecer.
jueves, 13 de mayo de 2010
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